Su musica es mala, bueno, no es mala. Es Eurovision, oseaque, o la odias o la detestas. Pero eso no importa, no lo odio por como cante, lo odio por esa carusina de vecino perfecto que sube las compras de tu anciana abuela, no pasa el paso cebra sin mirar hacia los dos lados de la calle y crea esa sensacion, mas bien una necesidad de querer aplastar su preciosa cara de angel contra el asfalto hasta que sus perfectos pomulos sean solo hueso.Su cara dice pegame, machacame, agredeme, aplastame con un bate palo llave inglesa o sucedaneo del dolor. Su cara grita buscando no pelea, sino una simple y directa paliza, su preciosa dentadura grita por desquebrajarse hasta que sus molares parezcan harina. Cualquiera diria que su rostro emana calma, pero si se mira dos veces lo que quiere enseñar es violencia descatada e irrazonada contra su persona.
Tal vez sea envidia porque el no va a tener que trabajar seguramente durante los proximos años, pero si mañana aparece muerto por las calles de oslo sin un hueso en su sitio que no sea por que no le he avisado
No hay comentarios:
Publicar un comentario